Ella es María, una orgullosa chica que vive en la Nopalera, un área vibrante al sur de la Ciudad de México, conocida por su rica historia y su icónica escena gastronómica. Abrazar el ser una “Nopalera” no es sólo una etiqueta para María; simboliza la fuerza, resiliencia y la comunidad ⚡️
Habiendo crecido en la Nopalera, María fue testigo de las luchas que enfrentaban las personas de su comunidad: marginadas y subestimadas. A pesar de los desafíos, se inspira en el arduo trabajo de su familia, fomentando su creencia en el poder de las personas para marcar la diferencia reconociendo que el cambio comienza con los individuos y que en cada uno de nosotros existe el poder de marcar la diferencia.
María, una líder comunitaria, aboga por los derechos humanos y la igualdad. Como mujer contemporánea, reconoce el trabajo continuo que se necesita para el empoderamiento. Al abrazar su identidad de Nopalera, María defiende los derechos humanos e inspira a otros a marcar la diferencia.
En conclusión, ser una Nopalera ha dejado de ser un insulto y ahora significa el poder de marcar la diferencia y la importancia de abrazar nuestra identidad. La historia de María muestra la fuerza interior, instándonos a todos a estar orgullosos de quiénes somos. 🌵✨
Mural producido para la Ciudad de México y sus habitantes.
Proyecto producido por Miguel Flores y la Secretaría de Obras y Servicios de la CDMX
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